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domingo, septiembre 16, 2012

Más sobre la posible re-elección del procurador

Aunque un importante número de líderes de opinión han manifestado su oposición a la re-elección del procurador por lo que significa para el Estado Social de Derecho, en los cálculos y alianzas políticas su re-elección parece anticipada. El procurador ha logrado sumar sin problemas a los partidos: conservador, liberal, cambio radical y de la U; además de la Corte Suprema que lo ternó.

¿Qué podría frenar la su re-elección? (1) Una movilización social tal como sucedió con la fallida reforma a la justicia, motivada por la posible impunidad -el procurador es el encargado de investigar a quienes lo eligen- y los dejos de sectarismo y corrupción que se han visto durante la administración de Ordóñez. (2) La orden de la Corte Constitucional a Ordóñez en el sentido de retractarse sobre 5 asuntos relacionados con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, incluida la interrupción voluntaria del embarazo, pone al procurador en un aprieto. Además de los 6 meses de cárcel con los que se castigaría un desacato, incurrir en él confirmaría su poco respeto por la institucionalidad y los fallos de la Corte, además de su imposibilidad de separar su credo personal del ordenamiento jurídico. (3) El presidente Santos tiene la posibilidad de ternar un verdadero contrincante que incline la balanza. La razón para hacerlo sería lo entorpecedor que sería Ordóñez para el proceso de paz que arranca con las FARC.

"La Corte Constitucional consideró que el Procurador y dos de sus delegadas "amenazaron el ejercicio de los derechos fundamentales" y "transgredieron los límites del ejercicio de poder-deber". En medio de la polémica, a la que el Procurador no se ha referido asegurando que no ha sido notificado, dos de sus procuradoras optaron por renunciar". Las mujeres detrás del 'regaño' al Procurador.

Las mujeres detrás del 'regaño' al Procurador
"Pero señor procurador, por más que nos ataque (agresiones injustas a las que no pienso responder, pues no tiene utilidad personalizar ese debate), lo cierto es que mi tesis sigue ahí: usted nombró a familiares de magistrados, que eran competentes para intervenir en su designación, y ese hecho está expresamente prohibido por el artículo 126 de la Constitución. Usted violó ese artículo constitucional y eso representa una falta gravísima, que amerita destitución. Y usted no ha refutado esa argumentación. Así de simple". Rodrigo Uprimny: Sr. procurador: debatamos con altura.

"El magistrado Alejandro Ordóñez se lanzó hace cuatro años como candidato a la Procuraduría. En ese entonces su hoja de vida revelaba manchas que en un país menos "clientelizado, burocratizado y lagartizado" que el nuestro le habrían impedido aspirar a un cargo tan poderoso: miembro de una secta católica de extrema derecha, incendió libros y escribió feroces panfletos contra los homosexuales. Por razones que se atribuyen a promesas de puestos y de mano indulgente, alianzas políticas -el inefable uribismo, la godarria conservadora, la godarria liberal-, solidaridad regional -ay, mi admirado Horacio Serpa- y enajenación pasajera -ay, don Gustavo Petro- Ordóñez consiguió el respaldo del Congreso y fue elegido.

Durante este período, realizó algunas cosas buenas -¿qué tal que no?-, pero se ha convertido en pertinaz violador de los derechos relacionados con la sexualidad femenina y ha sido fiel a su naturaleza sectaria: por hechos semejantes y a partir de pruebas ilegales, condenó a su contradictora Piedad Córdoba a inhabilidad política de 18 años -luego le agregó otros 14- y bendijo en cambio al exembajador Jorge Visbal Martelo, que ahora afronta un proceso penal por vínculos con paramilitares". Daniel Samper Pizano: El Procurador: de fanático a corrupto.

"En cuanto a esta reelección la manguala le está funcionando a Ordóñez como un reloj suizo. Detrás de esta campaña están el Partido Conservador, el Partido de La U y el Partido Liberal, así de dientes para afuera insistan en que no están. Esta coronación del procurador puede llegar a convertirse en el más grande obstáculo para el proceso de paz que el presidente Santos ha iniciado. La manguala no quiere justicia, la manguala no quiere la verdad, la manguala está haciendo añicos el régimen de impedimentos y se mueve como un pez en el agua turbia del conflicto de intereses, y todo lo anterior va en contravía de cualquier proceso de reconciliación". María Jimena Duzán: La manguala.

"Si no fuera tan peligroso (si no fuera procurador), daría solamente risa y sería una curiosidad en un variopinto país. Pero este señor que se disfraza de cruzado de la fe, de caballero de la Virgen (con botas de montador y capa roja con la cruz de malta), y que desde su púlpito reparte baculazos y admoniciones, este fanático que quema libros impíos (Voltaire, Flaubert, Proust), que amenaza con el fuego del infierno a los pecadores, que antepone sus creencias particulares a las leyes y a la Constitución, va a ser reelegido procurador.

Los de su secta, en España, están a la derecha de Franco y de la Falange; en la Iglesia, a la derecha del papa Ratzinger; y aquí, por supuesto, a la derecha de Uribe. No es por ecuánime e imparcial que el procurador sancionó e inhabilitó a Andrés Felipe Arias, sino por deshacerse de cualquier competidor político por el flanco derecho".  Héctor Abad Faciolince: Dios, Patria y Rey Legítimo.

"Cualquier atisbo de desacato podría enturbiar su reelección. O por lo menos puede convertirse en un nuevo caballito de batalla para sectores que ya se han declarado en contra de la permanencia de Ordóñez en el cargo. Gloria María Borrero, directora de la Corporación Excelencia a la Justicia y vocera de Elección Visible, una coalición de 13 organizaciones que pone la lupa sobre los procesos de elección en la rama judicial, pidió la renuncia del procurador a su candidatura porque dice que los otros candidatos no tienen garantías". Alejandro Ordóñez, el intocable.

"Lo que exaspera del procurador no es su fe (la mayoría de los católicos son personas razonables y respetuosas de los derechos de quienes piensan diferente), sino su convicción de que lo que consagra la Biblia prima sobre lo que dice la Constitución. Es su manera solapada de torcerle el cuello a la Constitución para someterla al imperio de sus convicciones lo que irrita a sus contradictores". Mauricio García Villegas: El problema no es la fe.

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